Nacido en la capital tinerfeña en 1978, Carlos Casanova dio sus primeros pasos como componente de la prestigiosa, y ya desaparecida, agrupación musical Machi Picchu, de Carmita González, señorial por las fantasías que les diseñaba Leo Martínez, y con unos repertorios acordes a su presentación. Curiosamente fue el ahora concejal de Fiestas, Andrés Martín Casanova, quien le invitó a comenzar en el mundo de las murgas, y sólo lo conocía de vista. Su estreno como componente de murgas adultas fue en 2005, en Ni Pico-Ni Corto, en 2008 y 2009 se estrenó como letrista de la infantil Distraídos, que depositó su confianza en él, y fue en 2010 cuando se estrena en las adultas, con Ni Pico. En 2011 colaboró con las letras de la infantil Rebobinados y en los tres últimos años volvió a Distraídos, con las que ha querido cerrar su etapa con las murgas infantiles, con agradecimiento a la acogida y confianza.
¿Cómo comienza a escribir como letrista de murgas infantiles?
Siempre he tenido esa vena literaria en la familia. (Se ríe), pero siempre he sido murguero desde pequeño porque me encantaba, aunque no haya estado en una infantil, y siempre tenía los libretos de la Ni Fú-Ni Fá y de todas las murgas en casa.
¿Por qué murgas ha pasado?
Estuve en Ni Pico-Ni Corto y dirigiendo y haciendo letras en Desbocados, y después en 2014 desembarco en La Traviata, hasta hoy en día. En infantiles comencé en 2008-9 Distraídos, tomé un año sabático, pasé a Rebobinados, donde estuve seis años, y volví a Distraídos, donde he estado estos tres últimos años.
¿Cómo comienza a escribir como letrista de murgas infantiles?
Siempre he tenido esa vena literaria en la familia. (Se ríe), pero siempre he sido murguero desde pequeño porque me encantaba, aunque no haya estado en una infantil, y siempre tenía los libretos de la Ni Fú-Ni Fá y de todas las murgas en casa.
¿Por qué murgas ha pasado?
Estuve en Ni Pico-Ni Corto y dirigiendo y haciendo letras en Desbocados, y después en 2014 desembarco en La Traviata, hasta hoy en día. En infantiles comencé en 2008-9 Distraídos, tomé un año sabático, pasé a Rebobinados, donde estuve seis años, y volví a Distraídos, donde he estado estos tres últimos años.